El paso de Cristo del Señor del Gran Poder, irá el próximo 17 de mayo para ser estudiado, en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH).
El objetivo es que la citada institución haga un exhaustivo estudio para su posible restauración.
El paso será llevado por la cuadrilla de costaleros hasta sus dependencias, comandados por la familia Villanueva.
En los últimos años, se ha ido detectando en la Corporación un progresivo empeoramiento del paso, siendo uno de los muchos objetivos que tiene su Hermano Mayor, Enrique Esquivias y su Junta de Oficiales de cara al cuidado del patrimonio.
Un paso histórico
El paso del Gran Poder se contrata con Francisco Antonio Ruiz Gijón el 4 de mayo de 1688. Cuatro años más tarde se entregó terminado tal y como exigía el contrato: tallado en madera de cedro, con veinticuatro angelotes, ocho cartelas y seis ángeles pasionistas coronando la canastilla.
Parece lógico que la talla del paso correspondiera al retablista Bernardo Simón de Pineda – se pueden hacer analogías entre este paso y el retablo de la Caridad - y de la imaginería del mismo se encargara Gijón, el mismísimo autor de la obra cumbre del final del barroco andaluz, El Cachorro. Este tipo de trabajos se hacían de forma conjunta entre el retablista y el autor.
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